En nuestro entorno, el PropTech es una palabra de reciente cuño y aún más reciente popularización. No hace más de un lustro que está empezando a sonar con fuerza. Ese es el motivo de que el término aún no haya acabado de asentarse, y existan dudas y diferencias en torno a cómo usarlo, qué incluye (y qué no), etcétera. En este artículo vamos a centrarnos en 5 cosas que le ayudarán a conocer un poco más en qué consiste el PropTech y cómo puede ayudar a su empresa. Vamos allá.
1.- PropTech, RETech, CRETech… ¿todo es lo mismo?
El origen de la palabra PropTech está en Gran Bretaña y es la contracción de Property y Technology. Aunque también está empezándose a popularizar en Estados Unidos, allí es más habitual utilizar RETech, por Real Estate (la denominación para el sector inmobiliario) y Technology, o CRETech, que añade el término Commercial a las expresiones Real Estate y Technology. ¿Hablamos exactamente de los mismo? Como decíamos, son términos relativamente jóvenes, y relacionados con la tecnología, que no deja de evolucionar. Así que hay matices, pero no son los mismos para todo el mundo…
En general, podemos decir que mientras RETech se referiría al uso de la tecnología en lo relacionado con los bienes inmuebles residenciales, CRETech se centraría en los bienes comerciales (que en Estados Unidos pueden incluir, según algunas definiciones, el alquiler de pisos). Hay quien considera que al usar el término “propiedad” se está limitando el campo de aplicación del PropTech. Sin embargo, y de nuevo en general, en Europa, que es donde hablamos de PropTech, el término alcanza, en su uso habitual, a todo lo que añade valor al mercado inmobiliario a través de la tecnología. Sería, por tanto, muy cercano al uso que se da al otro lado del charco a la expresión CRETech.
2.- ¿Cómo ha evolucionado el sector PropTech?
El origen de esta actividad (un PropTech pre-revolución digital) podemos encontrarlo a mediados de los años 80, con unas primeras empresas que crearon software específicamente pensado para los negocios inmobiliarios. Poco más movimiento hubo hasta mediados de la primera década del siglo XXI, coincidiendo con el cloud computing, las API y la mejora de la conectividad y de los dispositivos móviles. Y el gran salto es muy reciente, y viene impulsado por revolucionarias tecnologías como la explotación del Big Data, de la realidad virtual, de la impresión 3D, de la geolocalización, del Internet de las Cosas (IoT), etcétera. Y, por supuesto, aún nos queda mucho por ver.
3.- ¿De cuántas PropTech podemos hablar?
Al ser un término que se está redefiniendo continuamente, y que describe una actividad en evolución, es difícil llegar a un consenso absoluto sobre cuántas empresas pueden considerarse PropTech. En cualquier caso, está claro que con el crecimiento de la innovación y de las startup tecnológicas, el número va en aumento de forma veloz. En el mundo se habla de más de 2.000 empresas (a partir de un estudio de la Universidad de Oxford). En países de Europa, como por ejemplo España, en un solo año se han triplicado este tipo de negocios, según el Mapa PropTech en España, que ha actualizado la consultora inmobiliaria Savills Aguirre Newman, superando ya las 200 compañías.
4.- ¿De qué modos la tecnología añade valor al sector inmobiliario?
De nuevo, el rango es amplio. Está la explotación de los datos (el Big Data). También el facilitar la búsqueda de vivienda o local comercial o industrial (portales que permiten filtrar según diferentes parámetros, crear alertas, etc.). Todo lo relacionado con la realidad virtual estaría incluido, con su enorme potencial para, es un ejemplo, cambiar el modo en que adquirimos una vivienda aún por construir. Los préstamos peer-to-peer, el crowdlending… es decir, la introducción de formas alternativas de financiación para la compra de vivienda. Pero también nuevos modos de inversión inmobiliaria. Todo el vasto campo de la domótica. Las hipotecas online. Las agencias inmobiliarias virtuales… Herramientas tecnológicas que varían el modo de diseñar, construir, vender, alquilar, usar, financiar… bienes inmuebles.
5.- Así que ¿la agencia inmobiliaria tradicional, como también las hipotecas clásicas, tienen los días contados?
No tiene por qué. Hay, y va a seguir habiendo, convivencia de modelos. Lo que parece inevitable es que se “contaminen” entre sí, en el sentido positivo. Las empresas de distintos tamaños y orientaciones escogerán diferentes posibilidades tecnológicas y de enfoque de negocio. En cualquier caso, se abren nuevas oportunidades para todos los actores del sector inmobiliario. Y ahí estará Unnax para impulsar algunas de ellas.
