Comprarse una primera residencia, encontrar un apartamento vacacional, buscar un piso o casa para destinarlo a ser la vivienda familiar, adquirir un local para instalar un negocio… No son decisiones sencillas de tomar, tampoco baratas. Eso en lo que respecta a la realidad del consumidor. Si hablamos de la realidad de los actores económicos del sector inmobiliario (promotoras, inversores, agencias…), también hay mucho dinero en juego (además de muchas oportunidades de ganarlo). Quizás ese panorama sea el que ha hecho que el PropTech (el uso de la tecnología para mejorar la eficiencia del sector inmobiliario y añadirle valor) cale tan rápido en los países europeos en los últimos años (y hablamos de no más de los cuatro últimos).
La revolución digital hace parada en el sector inmobiliario
Si bien PropTech (término que se originó en Gran Bretaña) es la suma de la contracción de los términos “propiedad” y “tecnología”, comentábamos en otro post que en Europa se suele utilizar en sentido amplio, refiriéndose no solo a la compra, sino también al alquiler y a otras muchas caras del ámbito inmobiliario. ¿A qué nos referimos al hablar de “añadir valor”? Como mencionábamos, las inversiones relacionadas con inmuebles mueven importantes cantidades de dinero tanto del lado de los proveedores como del lado de los clientes. Es por ello que cualquier herramienta que ayude a minimizar riesgos, hacer ganar eficacia a los procesos o asegurar la confianza del consumidor tiene posibilidades de ser bien recibida por el mercado.
No podemos olvidar que la digitalización está llegando a todos los sectores económicos. Y no solo eso, forma parte indisociable de nuestra vida: de cómo compramos, nos informamos, nos comunicamos y relacionamos, llenamos el tiempo de ocio, etcétera. Por muy tradicional que sea un sector (y el inmobiliario lo es… o lo era), no puede mantenerse ajeno al cambio. Esa máxima ha propiciado que surjan empresas (a menudo startup y del entorno FinTech) que utilizan distintas tecnologías para mejorar algún aspecto de la actividad inmobiliaria: realidad virtual, Internet of Things, domótica, geolocalización, Big Data, realidad aumentada…
Tecnología aplicada a necesidades reales
La pregunta central sería ¿el PropTech es una moda o de verdad mejora las actividades inmobiliarias? Pongamos algunos ejemplos que explican que sí supone una mejora en distintos procesos. Hasta hace unos años, comprar una vivienda sobre plano requería de hacer un esfuerzo de imaginación para conocer el aspecto final de nuestro piso o casa. Ahora, con las herramientas de 3D y las de realidad virtual se puede no solo recrear ese aspecto, sino incluso sentirse inmerso dentro de él.
Otro ejemplo: hasta ahora, solo quien disponía de un capital importante tenía a su alcance invertirlo en uno de los mercados más rentables y con mayor revalorización, el inmobiliario. Hoy día, diferentes soluciones del ámbito FinTech permiten participar en plataformas de crowdfunding inmobiliario, algo anteriormente vetado a economías modestas. Lo mismo ocurre con las hipotecas: distintas empresas ofrecen financiación sin tener que cambiar de banco, con unos aplicativos ágiles que ahorran tiempo y desplazamientos. Por no hablar de, por ejemplo, las ventajas del Big Data: la explotación masiva de datos permite anticipar tendencias, minimizar riesgos en la toma de decisiones y ofrecer ofertar más ajustadas a las necesidades del cliente.
La digitalización: una oportunidad para diferenciarse
Ya hemos visto que apuntarse a la digitalización no es una cuestión de modas, sino de aumentar la competitividad de las empresas. Si para algo ha demostrado servir la tecnología es para diferenciar la oferta en mercados maduros, como el inmobiliario, creando nuevas vías de negocio o añadiendo valor a las ya existentes. Ahorrarle a un potencial cliente las visitas a pisos (ofreciéndolas de manera virtual o ayudándole a seleccionar únicamente las que se ajustan como un guante a sus requerimientos); ahorrar tiempo, desplazamientos y burocracia en la concesión de hipotecas; permitir la inversión inmobiliaria a pequeños ahorradores; proporcionar datos a las promotoras sobre las necesidades reales de viviendas (o de oficinas y comercios) en una zona; saber cómo va a quedar nuestro hogar una vez construido (o reformado o decorado), etcétera. Todo ello es posible gracias a la tecnología.
En Unnax hace tiempo que ofrecemos soluciones también para el sector inmobiliario. Déjenos añadir valor a su oferta.