Predecir el futuro de una actividad en un mundo tan cambiante como el actual resulta arriesgado. Sin embargo, sí hay algunas tendencias que ya asoman hoy y tienen aspecto de estar solo al principio de un recorrido que difícilmente se verá truncado. Ocurre así también en el ecosistema FinTech. En este post vamos a recoger algunas de las perspectivas en lo que a soluciones FinTech de futuro se refiere.
Tecnologías democratizadoras
Sería ingenuo pensar que el hecho de que la tecnología se ponga al servicio de las finanzas (incluso siendo verdad que las FinTech, en general, ponen al cliente, también al pequeño, en el centro) va a situar al mismo nivel a los grandes bancos y a las pequeñas startup; o a los clientes preferentes de banca y a modestos clientes particulares. Pero sí es verdad que las disruptivas soluciones tecnológicas en que se basan las herramientas FinTech, al no requerir inversiones tan grandes como otros sectores, no dejan fuera de juego a pymes con ganas y potencial para innovar.
Asimismo, hay que recordar que las app y otras herramientas basadas en API ponen a menudo la mirada en la relación directa entre la empresa y la solución tecnológica, eliminando la intermediación bancaria; o incluso entre iguales (como es el caso de los préstamos peer-to-peer o del crowdlending). Por último, al funcionar bien dependiendo, frecuentemente, del número de usuarios y de la satisfacción de los mismos, el pequeño, a diferencia de lo que ha acostumbrado a pasar con la banca tradicional, por fin cuenta.
Mayor competencia
Cuando en un mercado se estimula la competencia, los clientes y consumidores se ven beneficiados: pueden escoger el producto que mejor se ajuste a sus necesidades; el que les ofrezca mayores garantías de transparencia, o de seguridad; el que le resulte más económico… Eso es lo que ya ha empezado a ocurrir desde la irrupción de las FinTech, pero es previsible que vaya a más en el futuro. Por varias razones.
Uno de los motivos del aumento de la competencia entre productos y servicios financieros está en que, tras resistirse al cambio ante la aparición de la oferta de las FinTech más madrugadoras, el sector financiero tradicional se ha visto obligado a ponerse las pilas y, bien directamente, bien asociándose con firmas FinTech, mejorar también su oferta basada en tecnología (y con ello, la experiencia de usuario). Pero es que, además, las denominadas GAFA (por las siglas de Google, Apple, Facebook y Amazon) vienen exigiendo su espacio en el entorno FinTech, con lo que forzarán todavía más la lucha por hacerse con los clientes de servicios financieros.
Automatización
Otra de las expresiones que está ganando terreno en el nuevo panorama es la automatización de procesos. Lo vemos, por ejemplo, en los pagos digitales, que se apoyan en la tecnología para decidir si el pagador es confiable y se puede cerrar la operación (operaciones que, por otra parte, han ganado en rapidez y ocurren en tiempo real). La automatización también llega al ámbito de los préstamos. Las soluciones tecnológicas permiten evaluar la concesión (o no) de préstamos a partir del análisis automatizado del comportamiento del cliente, eliminando la intermediación bancaria y minimizando los riesgos en base a datos objetivos.
Los procesos automatizados también han puesto un pie en el terreno de las inversiones. La tecnología hace posible (mediante modelos predictivos, algoritmos, análisis estadístico, etcétera) confiar en herramientas que ayudan a calcular el riesgo y el retorno de la inversión.
Asistentes virtuales, extensión del blockchain, big data… vinieron para quedarse
Términos que hasta ahora eran desconocidos para la mayoría van a estar en el centro del desarrollo de las nuevas soluciones FinTech. Es el caso de los asistentes virtuales personales, que irán más allá de los que ahora conocemos (y con los que interactuamos sobre todo para cuestiones básicas, como solicitar información por voz). Pondrán en nuestra mano recursos y ofertas basadas en nuestras necesidades, nuestros gustos y nuestras capacidades financieras. En la misma línea de aprovechamiento de la inteligencia artificial y de otras nuevas tecnologías, veremos crecer los roboadvisors, que se convertirán en el perfecto asesor financiero.
La tecnología blockchain se extenderá a muchos más campos que el de las criptomonedas, aplicando a nuevos servicios su capacidad para permitir transacciones sin que medien intermediarios. El big data crecerá y será aprovechado cada vez por más empresas (no solo por las grandes) para lanzar ofertas personalizadas a sus clientes. El concepto FinTech alcanzará a sectores donde antes no tenía apenas presencia… Ya casi nada ser regirá por los patrones inamovibles que han regido durante años. Hablando de movilidad, el uso de la tecnología móvil va a continuar generando cambios en la relación proveedor-cliente. Y empresas y consumidores se beneficiarán de este nuevo paradigma. En Unnax formamos parte de esta transformación y ayudamos a otros a iniciarla. ¿Te sumas?