Si el sector al que nos referimos está relacionado con una actividad tan sensible como la financiera, esa desconfianza crece. Y también lo hacen los riesgos que puede estar asumiendo el cliente. Desde que aparecieron las empresas FinTech (con sus nuevos servicios financieros y sus nuevas formas de ofrecer algunos ya existentes), ha habido una voluntad de que la apertura del sector no supusiese una pérdida de seguridad para empresas y consumidores.
Satisfacer al cliente sin asumir mayores riesgos
Una de las vías por las que se ha caminado hacia una implantación segura de las nuevas empresas y servicios financieros ha sido la “autorregulación”, a través de las buenas prácticas. El boca a boca, que siempre ha sido una poderosa herramienta de marketing, tiene mucha más trascendencia hoy día, gracias a la difusión y creación de reputación de negocios y marcas a través de Internet y las redes sociales. A la vez, el avance de la misma tecnología que ha propiciado el nacimiento de las FinTech es la que está permitiendo crear potentes herramientas para la prevención del fraude. Tecnologías como el Big Data o el blockchain están poniéndose al servicio de la seguridad y la prevención del delito.
Lo que resulta evidente es que los consumidores de hoy día (al menos, una parte muy importante de los mismos) no están dispuestos a renunciar a una experiencia digital de valor añadido, que los coloque en el centro de todo el proceso y que les ofrezca lo que necesitan cuando y donde lo necesitan.
PSD2: nuevas medidas contra el fraude
Decíamos que las leyes suelen ir por detrás del avance imparable de la realidad. Sin embargo, en el caso de la revolución FinTech, la Unión Europea no ha tardado demasiado tiempo en decidirse a lanzar una nueva regulación del sector financiero; una que tuviese en cuenta esas nuevas realidades. Con la nueva directiva de pagos europea (PSD2), se persigue un doble objetivo: de una parte, impulsar la nueva economía digital también en el sector financiero. De otra, reforzar las medidas encaminadas a garantizar la seguridad de todos los procesos, incluidos los pagos en tiempo real.
Igual que se han instaurado ya en el sector financiero nuevas herramientas contra el blanqueo de dinero (como las relacionadas con la identificación de los consumidores y de posibles cambios en su comportamiento financiero, a través del KYC), la PSD2 lucha contra el fraude con medidas como la autenticación reforzada del consumidor (SCA).
Tecnología al servicio de la seguridad
La PSD2 regula algunas situaciones que, por diferentes medios, ya se venían dando: por ejemplo, las acciones que llevaban a cabo algunas FinTech, en lo que ahora se denominarán Third Party Providers (TPPs). Sin embargo, la nueva regulación está imponiendo (entró en vigor en enero, y aún se están cerrando algunas cuestiones) reglas del juego más claras y seguras para todos; al tiempo que facilita un terreno fértil para el crecimiento de este segmento de actividad económica. Así, los bancos tendrán que facilitar (mediante API abiertas) acceso a su infraestructura a los dos tipos de TTPs: los AISP (Account Information Service Provider) y los PISP (Payment Initiation Service Provider). Tanto unos (que recabarán información de las cuentas de los clientes en entidades financieras) como otros (que podrán iniciar pagos en nombre de sus clientes) deberán contar con la autorización del consumidor.
¿Cómo se prevendrán los fraudes de identidad ahora que se facilitará el acceso a datos financieros a nuevos actores, en un sector que, además, había sido muy cerrado? Uno de los métodos que más contribuirán a garantizar la seguridad será la SCA, que mencionábamos más arriba. Este método de autenticación requerirá que el consumidor se identifique con al menos dos de tres elementos: algo que conozca (por ejemplo, un código), algo que posea (como pueden ser una tarjeta o un móvil) y algo que le sea inherente (caso de una huella dactilar o un escaneo de iris).
También las empresas que utilicen API FinTech para ofrecer a través de las mismas servicios a sus clientes (pensemos en ejemplos como las compras online, aunque hay muchos otros posibles) estarán más seguras durante su uso a través de la identificación segura del cliente, pero también a partir del análisis de riesgos en tiempo real.
En Unnax contamos con experiencia en compatibilizar la creación y distribución de herramientas tecnológicas de servicios financieros, con la seguridad de nuestros clientes y del consumidor final. ¿Le acompañamos en este camino lleno de oportunidades?