Cuando hablamos del Open Banking, a menudo nos acordamos de la iniciativa de la OBEI del Reino Unido y de la PSD2 de la UE. Y tiene sentido. Los gobiernos de estos países están desarrollando nuevas normativas y directrices para compartir la información financiera y fomentar la innovación. Pero el Open Banking no se limita a los confines del continente europeo.
Los gobiernos, bancos y otras empresas financieras de todos los rincones del mundo también están acogiendo el movimiento del Open Banking, con diferentes enfoques en cada región. En algunos lugares, los reguladores están marcando el camino. En otros, los miembros del sector son la principal fuerza impulsora. A continuación, compartimos algunos de los países más destacados de todo el mundo en los que el Open Banking está está empezando a cobrar peso.
El Open Banking en la región Asia Pacífico
Singapur
Conocida por ser la capital financiera indiscutible del sudeste asiático, Singapur se encuentra al frente del movimiento del Open Banking en esta región. Debido a la importancia de la banca para la economía de esta ciudad-estado, el regulador del mercado juega un papel clave fomentando la innovación en el sector. Durante la década pasada, la Autoridad de Mercado de Singapur (MAS) publicó una «Guía de estrategias API» en la que expuso unas directrices claras sobre cómo distribuir la información financiera.
A diferencia del Reino Unido y la UE, la MAS no está imponiendo la adopción obligatoria de las directrices. En su lugar, como declaró EY, están convencidos de que la adopción de un enfoque orgánico contribuirá a lograr un mayor éxito. Por el momento, la estrategia está funcionando. Según el informe de disposición para el Open Banking de Finastra, Singapur lidera claramente muchos de los parámetros de medición del Open Banking en los países de la región Asia Pacífico.
Indonesia
A pesar de no ser la economía más avanzada de la región, Indonesia es el país que tiene la mayor población, con un total de 260 millones de habitantes. Si esto lo combinamos con una economía creciente, aunque, si bien es cierto, desconectada, existen amplias posibilidades para la innovación bancaria. A diferencia de Singapur, el gobierno de Indonesia todavía no ha creado un marco o espacio de experimentación sólido para facilitar la innovación financiera. En su lugar, las autoridades han permitido de manera general que los bancos y Fintechs establezcan sus propios estándares.
La mayoría del crecimiento se centra en dos focos importantes: lograr que las personas que no utilizan la banca lo hagan y facilitar los pagos. Según Accenture, la iniciativa está dando sus frutos: el 50% de la población adulta tiene ahora acceso a productos bancarios básicos (lo que supone un notable aumento si lo comparamos con el 20% en 2011). Se prevé que esta tendencia continúe, apoyada por la mejora de la conectividad de la red móvil y el incremento de la demanda de los productos bancarios.
Malasia
Malasia es otro actor prominente en la industria de los servicios financieros del sudeste asiático. En 2018, Bank Negara Malaysia (el banco central) publicó un conjunto de directrices del Open Banking para los participantes del sector. Según afirma Vincent Fong, de Fintech News Malaysia, el banco central tiene tres prioridades para el Open Banking: mejorar el acceso a los productos financieros para las PyME, abrir la industria de los seguros para el automóvil y crear un modelo de distribución mejor para los productos financieros de los consumidores. El regulador también quiere liberalizar el sector de los préstamos. Para lograrlo, está concediendo licencias adicionales tanto a prestamistas tradicionales como islámicos.
Otros centros de actividad del Open Banking en el sudeste asiático
Hay otros países en el sudeste asiático que también están siendo testigos del crecimiento del Open Banking. Según PWC, el sudeste asiático está impulsando el crecimiento global de los pagos con móvil, y Vietnam está liderando este movimiento. En Tailandia, tanto el banco nacional como el regulador del mercado de valores han publicado de manera continuada directrices y sandboxes para los pagos y las operaciones bursátiles. A medida que un mayor número de personas en la región emerge de la pobreza, la demanda de productos de Open Banking low-cost continuará creciendo.
China
China es la segunda economía más grande del mundo, la nación con la mayor población del planeta y tiene una relación única con el Open Banking y el Fintech. Por un parte, los gigantes tecnológicos Ant Financial y WeChat han transformado radicalmente los pagos. El cambio ha sido tan radical que los consumidores chinos prefieren los pagos mediante móvil en lugar del pago en efectivo o con tarjeta, de manera casi unánime.
Por otra parte, el Open Banking, de la forma en que lo conocemos en Europa, todavía no se ha desarrollado en China. El desarrollo de un marco que cuente con el apoyo del gobierno se está produciendo lentamente y se centra más en la privacidad de la información que en las soluciones de API. A pesar de que el sector da la bienvenida a estos cambios, la falta de directrices impide que las empresas puedan acceder plenamente al enorme mercado tecnológico.
Hong Kong
Hong Kong cuenta con una larga historia como centro financiero mundial. Con este propósito, la Autoridad Monetaria de Hong Kong (HKMA) desea habilitar una banca inteligente competitiva en muchas áreas de la banca minorista, incluyendo los pagos, las comparaciones de producto y el Mercado de divisas. A finales del año pasado, el regulador publicó las nuevas versiones de sus estándares de API. Esta publicación reunió a 20 instituciones participantes diferentes y un total de más de 500 API. HKMA quiere finalizar esta normativa en 2020, de modo que la industria local puede seguir siendo un líder fintech en la región.
Australia
Australia está implementando actualmente un marco integral de Open Banking. De manera similar al modelo europeo, la versión australiana está siendo diseñada desde la perspectiva del control de la información. Con dicho fin, el Parlamento de Australia aprobó el proyecto de ley del Derecho de la información del consumidor (CDR) en 2017, estableciendo las bases del Open Banking. La legislación formuló las directrices para las soluciones API abiertas, así como para la manera y los consumidores con que se puede compartir la información financiera. El proyecto se encuentra actualmente en fase de pruebas, con un número limitado de participantes. Las autoridades lo publicarán en masa cuando ellos y las partes interesadas del sector hayan completado las pruebas totalmente.
Nueva Zelanda
Al igual que en Australia, la iniciativa del Open Banking en Nueva Zelanda se encuentra en una etapa temprana. El Banco de Nueva Zelanda y el organismo de autorregulación Payments NZ están trabajando juntos para crear un marco del Open Banking viable y seguro.
La iniciativa pretende llevar al mercado productos para los consumidores más rápido, a través de directrices tecnológicas claras. En 2018, seis de los bancos más grandes, miembros de Payments NZ, comenzaron a probar estándares de API comunes para lograr este objetivo. Al mismo tiempo, el gobierno de Nueva Zelanda comenzó a debatir un proyecto de ley acerca de los derechos sobre la información del consumidor, similar a la de sus vecinos del mar de Tasmania.
El Open Banking en América del Norte
Canadá
En lo que se refiere al Open Banking, Canadá se encuentra a la cola con respecto a muchos de los países del mundo desarrollado. En 2018, el gobierno hizo un llamamiento y realizó una consulta tanto en el sector financiero como en grupos de consumidores. A pesar de estas reuniones, el progreso es lento. Sin embargo, un informe de Accenture destacó que la demanda de los consumidores canadienses sobre el Open Banking es real. Por ahora, consumidores y integrantes del sector están a la espera de que el gobierno y la banca desarrollen un marco común.
Los Estados Unidos
A diferencia de la UE y el Reino Unido, el gobierno de los EE. UU. todavía tiene que establecer las normas del Open Banking. No obstante, la falta de regulaciones no ha dificultado la innovación por parte del sector privado. Desde hace más de una década, empresas como Mint y Acorns han suministrado a los consumidores apps de «gestión financiera personal». Estas herramientas se conectan a la cuenta o cuentas bancarias de un usuario, leen la información financiera y proporcionan datos detallados sobre los hábitos de gasto y consejos para ahorrar.
A diferencia del Open Banking, en el que las soluciones API proporcionan acceso a la información, estas Fintechs solo utilizan la técnica del web scraping para obtener información financiera personal. En ese sentido, los EE. UU. siguen avanzando a paso lento. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos publicó unas directrices en 2019 para ayudar al sector a navegar este escenario. Pero, como indica Deloitte, todavía se deben superar muchos obstáculos antes de que el Open Banking pueda alcanzar todo su potencial en el país. En concreto, los EE. UU. necesitan adoptar una normativa sobre la protección de la información y establecer los estándares técnicos para las API. Hasta que no ofrezcan una respuesta a estos asuntos, el crecimiento del Open Banking en los Estados Unidos permanecerá atrasado.
El Open Banking en América Latina
México
México está dejando atrás a sus vecinos de Norteamérica, avanzando a toda marcha con el Open Banking. En 2018, el gobierno del país aprobó la «Ley Fintech», en la que estableció las bases del Open Banking mexicano. Y aunque la primera Ley Fintech definió el alcance de la tecnología financiera, el gobierno prometió nuevos proyectos de ley para definir el concepto con mayor detalle.
Se espera que el gobierno realice una enmienda a la ley pronto. Estas adiciones establecerán la normativa para las soluciones API, permitiendo que el desarrollo de los productos sea más rápido y eficiente. Además, las autoridades mexicanas lanzaron recientemente un entorno sandbox de prueba, para permitir a las empresas hacer pruebas de concepto más rápidas. El regulador quiere que las instituciones financieras más grandes estén listas para compartir su información en 2020.
Con el fin de desarrollar el ecosistema del Open Banking, el gobierno mexicano colaboró con los responsables del Open Banking en el Reino Unido. Gracias a esta colaboración, México se convertirá en un líder del Fintech en el Hemisferio occidental durante la presente década.
Brasil
En 2019, el banco central brasileño publicó sus primeras directrices sobre el Open Banking. La directiva establece que los 12 bancos más grandes deben compartir la información financiera de sus clientes con terceros. A pesar de que muchos de los objetivos de esta iniciativa son similares a los de otros países, el banco central está acogiendo al Open Banking para dar una respuesta a las deficiencias macroeconómicas sistemáticas.
Brasil ha luchado durante mucho tiempo con la volatilidad de la inflación. Esto ha provocado que sea costoso y complicado para los prestamistas conceder préstamos a los minoristas y comercios. El banco central cree que el Open Banking puede aportar eficiencia a este mercado, haciendo que los costes disminuyan, ayudando al sector financiero y ampliando el acceso a los créditos.
Otros desarrollos importantes del Open Banking en América Latina
En 2019, la asociación de Fintech de Colombia alcanzó un acuerdo con una empresa de consultoría para desarrollar el Open Banking del país. El grupo comercial quiere dar forma a su sistema siguiendo el modelo del Reino Unido. La asociación cuenta con el apoyo de importantes actores financieros del país para lograrlo.
En Argentina, los ejecutivos del sector financiero formaron una empresa llamada «Open Banking Argentina». El objetivo es promover el desarrollo de los estándares API y la tecnología para el beneficio de los consumidores argentinos. El gobierno cuenta con el apoyo de importantes empresas Fintechs y bancos internacionales.
Conclusión
El mundo está experimentando una transformación de enormes dimensiones, tanto a nivel tecnológico como económico. A medida que un mayor número de personas explora las oportunidades económicas de la era digital, la demanda de productos financieros innovadores continuará creciendo. Aunque Europa y la UE marcan el camino, los países de todos los rincones del mundo están acogiendo el Open Banking de forma positiva.
La transformación que el Open Banking está trayendo consigo no solo alterará el panorama actual notablemente, sino que también tendrá unos beneficios importantes, creando trabajos y fomentando la prosperidad durante los próximos años. Unnax está ayudando tanto a los bancos como a las empresas Fintech a gestionar las demandas del Open Banking. De manera conjunta, nuestras soluciones acercan la siguiente generación de servicios financieros a un consumidor que cada día es más exigente.